Archivos teleentrópicos.
La Secretaría de Acción Remota es una rama muy reciente en la Administración Pública Imperial. A diferencia de la secretaría de Haciendas, que tiene una gran tradición en el uso de automatismos para cumplir su función —muchos dicen que sin ellos esta hubiera sido prácticamente imposible— el uso de la moderna telentrópica en el resto de la administración estaba, si no vetado, mal visto. Fue el impulso de un primer ministro ilustrado, Lafuente que había trabajado y mucho en el entorno universitario, el que creo la secretaría de Acción Remota.

Como pasa a menudo en un organismo tan vasto y con tantos recursos y personal a su disposición, aunque los sucesores en el cargo no dieron la misma importancia a la teleentrópica, la Secretaría siguió funcionando con la inercia adquirida, mejorando la redes, los sistemas de lectura y registro, recopilando nueva información e integrando en sistemas nuevos la que ya había.
Una pequeña rama de la secretaría, el Cabildo de Análisis, pretendía ser ni más ni menos que una oficina de recursos de inteligencia, un sistema cuasienciclópedico, de fichar en resúmenes accesibles a búsqueda, todas las publicaciones de interés para el buen gobierno del imperio. Desde monografías universitarias, trabajos académicos, profesionales hasta ediciones no venales. Incluso la ficción tuvo cabida en sus ambiciones.
Como resultado de sus esfuerzos, en cualquier terminal teleentrópico se puede acceder a ordenadas categorizaciones de informes, recopilaciones sobre materias y un sistema de búsquedas por claves numéricas de etiquetado.
sirva como ejemplo estos tres extractos al azar de sus inmensos contenidos:
Textos teleentrópicos 1: Breve consideración sobre la Conchabía Conjurada
Textos teleentrópicos 2: Evolución tecnológica, necesidad y remedio.
Textos teleentrópicos 3: Imperio, cuatro siglos de asombro.

Como pasa a menudo en un organismo tan vasto y con tantos recursos y personal a su disposición, aunque los sucesores en el cargo no dieron la misma importancia a la teleentrópica, la Secretaría siguió funcionando con la inercia adquirida, mejorando la redes, los sistemas de lectura y registro, recopilando nueva información e integrando en sistemas nuevos la que ya había.
Una pequeña rama de la secretaría, el Cabildo de Análisis, pretendía ser ni más ni menos que una oficina de recursos de inteligencia, un sistema cuasienciclópedico, de fichar en resúmenes accesibles a búsqueda, todas las publicaciones de interés para el buen gobierno del imperio. Desde monografías universitarias, trabajos académicos, profesionales hasta ediciones no venales. Incluso la ficción tuvo cabida en sus ambiciones.
Como resultado de sus esfuerzos, en cualquier terminal teleentrópico se puede acceder a ordenadas categorizaciones de informes, recopilaciones sobre materias y un sistema de búsquedas por claves numéricas de etiquetado.
sirva como ejemplo estos tres extractos al azar de sus inmensos contenidos:
Textos teleentrópicos 1: Breve consideración sobre la Conchabía Conjurada
Textos teleentrópicos 2: Evolución tecnológica, necesidad y remedio.
Textos teleentrópicos 3: Imperio, cuatro siglos de asombro.
¿ no vas a publicar mas textos teeentropicos ? estan muy bien
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